Origen del tarot
El origen del tarot se situa en el siglo XV en Italia. La baraja de tarot más antigua que se conoce es la del duque de Milán,
Filippo María Visconti, que vivió entre los años 1412 y 1447. Esa baraja se encuentra hoy en día en la biblioteca de la Universidad Yale y es conocida como la baraja
Visconti-Sforza. Algunos ocultistas han realizado estudios entre los siglos XVIII y XIX intentando demostrar la conexión entre el tarot y la cábala,
al igual que con el simbolismo egipcio.
Algunos investigadores plantean que el origen del tarot está entre los cátaros medievales y la cultura occitana, ya que su filosofía se amolda a la
perfección con la idea básica del juego del tarot.
Otros autores también han afirmado que los gitanos promovieron el tarot debido a que deambulaban por los países europeos e incluso sugieren que el tarot
pudo sobrevivir a la inquisición porque esta etnia no representaba un objetivo prioritario para ellos, aunque llegaron a Europa cuando el tarot ya era conocido.
Las cartas del tarot permanecieron durante mucho tiempo como un privilegio de la clase alta y la iglesia católica o los gobernantes en los primeros
tiempos de su aparición no condenaban el uso de estas cartas. Además, en jurisdicciones en las que los juegos de cartas estaban totalmente prohibidos, las cartas del
tarot estaban exentas de estas normas legales.
¿Qué es la cartomancia?
La cartomancia es una forma de predicción, adivinación o augurio del futuro utilizando una baraja de cartas o naipes como las del tarot. Dicha
técnica tiene tres variantes principales que son el tarot de 78 cartas, la baraja española, el Petit Lemonard de 36 cartas.
Cada carta tiene representado un símbolo que permite que dicha carta sea interpretada por la persona. En teoría se deben realizar estas manifestaciones con el objetivo
de obtener respuestas propias o el de ayudar a otras personas. El objetivo del tarot es diferente al de la cartomancia, ya que el tarot busca que la persona que hace las
consultas se encuentre con uno mismo y la cartomancia tiene como objetivo adivinar eventos futuros.
La cartomancia tiene en cuenta todos los diferentes aspectos de las cartas y sus características, así como colores, símbolos o elementos. Esta práctica se puede realizar
con cualquier tipo de baraja, ya sea la del tarot, española, francesa, alemana o inglesa.
El tarot
Para muchos de nosotros, una "lectura de cartas del Tarot" significa una mujer vestida con una túnica, inclinada sobre una pequeña mesa en una habitación iluminada con velas, prediciendo una fatalidad inminente.
Pero las cartas del Tarot no son eso. De hecho, ni siquiera están pensadas para adivinar la suerte o el futuro. Como dice la organización ocultista La Orden Hermética de la Aurora Dorada: "Las fuentes de información más poderosas provienen del interior; el Tarot ayuda a entrar en contacto con el propio Ser Superior".
Pero, ¿qué significa eso? En este artículo, veremos las diversas ideas sobre el origen de las cartas del Tarot, lo que significan y cómo es posible que una baraja te diga algo sobre ti mismo. Aprenderás por qué es importante dónde caen las cartas y por qué no tienes que ser un psíquico para hacer una lectura del Tarot.
Hablando de lecturas, lo primero que hay que saber es que en realidad hay dos tipos diferentes de lecturas de Tarot: lecturas de preguntas y lecturas abiertas. En las lecturas de preguntas, se trata de una pregunta específica. El Tarot no está destinado a responder a preguntas específicas de sí o no. La mayoría dice que tampoco debe usarse para tomar decisiones, sino que debe usarse como una guía para ayudarte a tomar la decisión por ti mismo. Por esta razón, la forma de plantear una pregunta es muy importante.
